· De continuar esta tendencia, la producción nacional quedará desplazada, y el país quedará totalmente vulnerable
Santo Domingo. – La Unión Nacional Campesina (UNACA), entidad afiliada a la Confederación Nacional de Trabajadores Dominicanos (CNTD), lanzó un enérgico llamado al Gobierno para que detenga de inmediato las importaciones indiscriminadas de arroz, al advertir que esta práctica está empujando a la quiebra a miles de productores nacionales, especialmente en la región nordeste del país, afectando no solo sus medios de vida, sino también el sustento de sus familias.
Según denunció el presidente de UNACA, Juan Ramón Rondón, solo en el año 2024 se autorizó la importación de más de cuatro millones de toneladas métricas de arroz, a pesar de que el decreto 693-24 establece un límite de apenas 23 mil 300 toneladas. Esta masiva entrada de arroz importado ha provocado una saturación del mercado, con la consecuente caída de precios y la pérdida de competitividad del arroz producido por manos dominicanas.
“Estamos hablando de un panorama que puede acabar con más de siete mil pequeños y medianos productores del nordeste, y junto con ellos, las esperanzas de miles de familias que dependen de esta actividad para sobrevivir”, alertó Rondón.
Aseguró que, de continuar esta tendencia, la producción nacional quedará desplazada, y el país quedará totalmente vulnerable y dependiente de intereses foráneos, mientras se destruye el aparato productivo interno construido por décadas con esfuerzo campesino.
El dirigente campesino recordó que la producción arrocera nacional tiene la capacidad de garantizar el consumo interno hasta marzo del próximo año, y cuestionó la política de seguir entregando permisos de importación a grupos empresariales ajenos al campo. “Son personas que no saben lo que es sembrar ni cosechar un quintal de arroz, pero que están obteniendo beneficios a costa de la ruina del agricultor dominicano”, señaló.
UNACA exigió al Gobierno suspender de inmediato las importaciones de arroz, para evitar convertirse en cómplice de la quiebra del sector arrocero nacional, particularmente en las provincias María Trinidad Sánchez, Duarte, Hermanas Mirabal y Samaná, donde esta actividad constituye una columna vertebral de la economía local.
A esto se suma la crítica situación en el acompañamiento técnico, ya que de siete técnicos agrícolas que antes asistían a la zona, solo queda uno, lo cual impide ofrecer el respaldo necesario a los productores.
“Lo hemos advertido en múltiples ocasiones ante diferentes ministros de Agricultura, pero hasta el momento nuestras voces no han sido escuchadas. No podemos quedarnos callados mientras se desmantela la producción nacional y se empobrece al campo”, concluyó Juan Ramón Rondón.