Por: Román Polanco
Santo Domingo.- Para entender mejor la situación debemos saber que es la Salud Mental: es el bienestar emocional, psicológico y social que influye en como pensamos, sentimos y actuamos los seres humanos.
Es también, saber manejar el estrés, conducirnos con nuestros semejantes y relacionarnos con ellos, así como, tomar decisiones en todas las etapas de la vida, basadas en el autocuidado, apoyo mutuo y la búsqueda de un profesional cuando es necesario.
Partiendo de ahí, ¿estamos en República Dominicana en los estándares para suplir las necesidades, sobre todo médicas cuando las personas los necesitan o están cargadas emocionalmente para asistirles y ayudarles?
Según datos de la red de salud del país contamos con alrededor de 56 establecimientos de salud mental ambulatorios, y de ellos un 5% está dedicado directamente a la atención de niños y adolescentes. Hay unos 160 psiquiatras y más de tres mil psicólogos distribuidos en centros de segundo y tercer nivel.
En hospitales como el Salvador B. Gautier, Ignacio Jacinto Mañón, Vinicio Calventi, Darío Contreras, Francisco Moscoso Puello, Ramón Rey Ardid, Salud Mental Gualey, Municipal Tomasina Valdez en San Cristóbal, Nuestra Señora de Reglas en Baní, Pascasio Toribio Piantini en Salcedo.
Igualmente, Municipal de Villa Duarte, Pedro Emilio Marchena de Bonao, Rehabilitación Psicosocial Padre Billini en Pedro Brand, Materno Infantil Santo Socorro, Alejandro Cabral de San Juan de la Maguana, Antonio Musa en San Pedro de Macorís, Infantil Robert Reid Cabral y la Maternidad de Los Mina en Santo Domingo Este.
Ahora vienen las interrogantes… ¿Están funcionando en realidad o sólo son estadísticas? ¿Conoce la población de ellos? ¿Van los médicos a dar consulta? ¿Se trata la gente?
Porque la realidad demuestra otra cosa, la capital y la mayoría de provincias no aguantan la cantidad de enajenados mentales que deambulan por las calles, personas con niveles de ira y rabia tan alto que son capaces de lo que sea y hacer lo que sea. Ya la empatía humana en República Dominicana no existe, casi o nadie se conduele de la situación de nadie, aunque sean parientes.
Y como siempre la culpa recae sobre los gobiernos. Y es así, porque no vemos ni escuchamos legislar por la salud mental, los políticos que elegimos están más pendiente a sus asuntos personales que para lo que fueron electos, representar, sobre todo a las minorías en decisiones y leyes que vayan en alusión de las demandas populares… y la salud mental es una de ellas, y primordial.
Como diría un refrán popular “A los locos no les falta la razón, sino realidad”.
Y es así, la realidad es que la que se vive a diario que la salud mental que impera mantiene al pueblo intranquilo, millares de personas que no les encuentran sentido a sus vidas, llenos de ansiedades por no tener familia, dinero, ayudas, apoyo, con enfermedades nerviosas que luego pasan a psicológicas, se vive en un sobresalto por todo o por algunas causas específicas.
La razón es que sea por desconocimiento o por falta de dinero las personas no se están tratando, y como dice el dicho “son tantos que andan sin medicar en las calles” y cada día se suman más a la larga lista de enajenados mentales que tenemos en el país. Y como diría el Chapulín Colorado… ¿Quién podrá defendernos?
![]()


