Cada inicio de año, por el cambio de período temporal que implica, llama a fijar
objetivos, que casi nunca cumplimos, ¿pero ¿qué tal si se tomara en serio?
José Rafael Sosa
Existe un mecanismo muy subjetivo, muy personal y necesario, que define una
actitud cuando llega un nuevo año: esa que lleva a establecer metas y
objetivos.
Por ello, es bueno establecer puntos que sirvan para esa especie de
reingeniería personal:
1-Sacar tiempo para leer, en pantallas digitales o en papel, pero leer siempre.
Esta costumbre entra en contacto con el conocimiento, con el arte creativo
literario, el disfrute de imaginar a partir de los textos.
2-Evitar la inmovilidad física. Caminar, correr, nadar (quienes puedan tener
disposición donde hacerlo) pero, sobre todo, caminar. En Plaza de la Salud hay
un letrero que dice: La inmovilidad invita enfermedades. Hay pocas
expresiones tan contundentes, simples y directas como esa. No cuesta nada.
Impacta en todo el organismo. Evitar estar sentados más de dos horas y media
de corrido. Caminar:
Mejora la salud cardiovascular: Activa y fortalece el sistema
cardiovascular, y ayuda a eliminar el colesterol perjudicial.
Reduce el riesgo de enfermedades: Ayuda a prevenir enfermedades
respiratorias, del corazón, accidentes cerebrovasculares, hipertensión
arterial, cáncer y diabetes tipo 2.
Fortalece huesos y músculos: Ayuda a fortalecer los huesos y los
músculos, y a mejorar la resistencia muscular.
Mejora el estado de ánimo: Ayuda a mejorar el estado de ánimo, la
cognición, la memoria y el sueño.
Reduce el estrés y la tensión: Ayuda a liberar tensión y reducir el
estrés.
Mejora la flexibilidad: Mejora la flexibilidad en las piernas.
Reduce la huella de carbono: Al caminar por la ciudad, se evita la
quema de combustibles fósiles y la generación de emisiones de
carbono.
Reduce la presión arterial: Reduce la presión arterial sistólica.
Fortalece el corazón y pulmones: Es un ejercicio de bajo impacto que
pone menos presión sobre las articulaciones.
3-Mejorar la alimentación hacia lo saludable: opte por consumo de vegetales y
proteínas esenciales. El pan, maravillosamente delicioso, es a la larga tóxico
igual que el arroz en exceso. Olvide ese “conconcito” reservorio de aceites
comestibles pasados de cocción. Evitar el azúcar (en todas sus agradables
formas de consumirla) y las grasas saturadas. El azúcar alimenta el cáncer. Se
lo dice un paciente que ha tenido cáncer en dos oportunidades (próstata y base
de lengua derecha).
- Racionalizar el tiempo de pantallas de cualquier tipo o tamaño. Grandes o
pequeñas. No hay que chequear pantallas cada dos minutos para ver que
subió alguien. Si usted revisa su celular más de dos veces por hora, tiene que
ver si es necesaria esa costumbre. Todo queda registrado y puede devolver de
acuerdo a su ritmo.
5-Sea selectivo con su consumo de contenidos de las redes sociales. Prefiera
mensajes que eleven su condición humana, que los hay. No satanice las redes
sociales como forma de información y formación. Son un medio. Quien
selecciona los mensajes es su dedito haciendo clic en lo que no sirve. No tiene
que ver todos los atracos violentos, todas las muertes, todos los actos que
denigran la condición humana. Quienes suban esos contenidos, son
mensajeros del desaliento. Nadie está obligado a consumir toxicidad en
cualquiera de sus formas. - Evitar convertir las redes sociales en un altar personal. Usted sabe cómo es
su cara. No suba una foto suya cada día, lo que no le hará ser más bello o más
bonita. Tenga conciencia de que cada persona es única y, por tanto,
excepcionalmente bella. No hay que tomarse una foto diaria para subirla a sus
redes. Usted sabe cómo es su apariencia. Y esa no cambiará por el paso de
los días de uso. Baje ese ego. - Evite anclarse al confort hogareño. Salga. Asista a exposiciones de arte, a
centros culturales, ferias de libro, conciertos, coloquios, cine (en especial el
cine dominicano de calidad, que hay bastante). Es posible que la asistencia a
uno de esos actos, le aporte una imagen, una idea, una palabra que influya tan
poderosamente que le cambie para mejor su perspectiva de vida. Y si tiene
hijos e hijas, llévelos a tener contacto con arte y cultura. Puede ser que una
pieza musical, una película o ver un cuadro que determine en ellos una
vocación y su familia aporte, con ello, una nueva figura fundamental de la
cultura y el arte.
8- Exprese sus sentimientos a la gente que ama. Ese mensaje renovado de
afecto, puede hacer diferencias. Piense lo importante y agradable que es recibir
esos mensajes y que en esa medida es válido expresarlos a los demás.
Abandone el silente expresivo. Diga lo que siente de positivo respecto de
quienes le rodean.
9- Ante las dificultades y conflictos con otras personas (familiares o no), en la
familia, el trabajo, el edificio o la comunidad, una fórmula simple: comuníquese,
entienda las posiciones de los demás y tenga tolerancia. Eso evita conflictos
permanentes.
10 Practique su fe, cualquiera que esta sea. Crea en un poder superior. El que
quiera. Que sea positivo. El que le estimule a servir a los demás. Trate de que
no pase un día sin ser amable, útil o agradable para la gente conocida o
desconocida con la que se encuentre. Crea en algo. Eso nos hace trascender.